Contra la discriminación y la violencia transfóbica de los antiderechos: las disidencias resistimos y nos organizamos

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El pasado jueves 15 de mayo, la Cámara de Diputadas y Diputados revisó y aprobó el informe final de la Comisión Especial Investigadora N.º 57 que presentó una serie de recomendaciones, no vinculantes, entre las que se destacan la eliminación inmediata del Programa de Apoyo a la Identidad de Género (PAIG), la modificación de la Ley de Identidad de Género; la derogación de la Circular 812 de la Superintendencia de Educación que regula los programas de género en las escuelas y donde se establece el uso del nombre social; además de proponer la eliminación del enfoque afirmativo que busca aceptar y validar la identidad de género.

Ante este ataque en contra de las infancias, adolescencias y familias disidentes, como comunidades organizadas somos categóricas al afirmar que la Vida Digna es una vida libre, sin reparos ni discriminación de ningún tipo. Reconocemos que las disidentes no son minoría, han existido siempre y son parte de nuestras comunidades, por tanto, condenamos esta acción impulsada por los sectores de derecha, conservadores y antiderechos que son contrarios a los intereses de las trabajadoras, de los cuerpos feminizados y disidentes, así como a la multiplicidad de formas de ser que no caben en sus descripciones limitadas y tendientes a la homogenización.

Para darle soporte a nuestro posicionamiento, queremos referirnos a algunos temas que creemos son urgentes para hacer contrapeso a los mitos malintencionados que se vienen instalando en el debate público y que, en últimas, se presentan como “argumentos” para limitar el acceso a derechos de las disidencias sexuales y de género.

Una dura realidad: el cuerpo válido es el cuerpo dominante

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, establece que «la disforia de género es el sufrimiento emocional que pueden sentir las personas cuando su identidad de género difiere del sexo que les asignaron al nacer». Es decir, que el problema no yace en que la identidad de género no tenga correspondencia con el sexo asignado, sino en el sufrimiento que causa. Este diagnóstico es importante verlo de dos maneras:

  1. Es un posicionamiento médico que es usado por algunas personas trans para acceder a tratamientos y acompañamiento psicosocial, por lo que pretender eliminar programas como el PAIG es negarle el acceso a la salud a una población que lo necesita.
  2. Lo anterior no quiere decir que estemos de acuerdo con la patologización de las disidencias sexuales y de género, que, en algunos casos, tiende a ser el resultado del diagnóstico de disforia de género.

Además, los tratamientos hormonales son sencillamente inaccesibles para la gran mayoría de personas que hacen parte de la clase trabajadora, lo que no sucede con las familias burguesas que sí pueden acceder a las mejores clínicas y especialistas, a pagar lo “más top” para asegurar que su proceso de transición llegue a buen puerto. Por lo anterior, el ataque de los antiderechos es contra las disidentes que son de la clase trabajadora. A través del informe y sus recomendaciones, se está cerrando un camino para que las infancias y adolescencias trans puedan desarrollarse libremente y, lo que es peor, se pone en cuestión su existencia. Las “ingeniosas propuestas” del informe son la eliminación de programas, normativa, campañas de sensibilización, pareciera que desean desaparezca todo lo que no se rige por sus normas y concepciones, en últimas, lo que se sale del cuerpo dominante. Habría que preguntarles cuál es su alternativa para acompañar a 1.962 infantes y adolescentes (el 98% está en el rango de los 10 a los 17 años) que entre abril del 2023 y abril del 2024 ingresaron al PAIG, ¿qué opciones les plantean? O seguirán insistiendo en que no existen ni tienen necesidades concretas

Finalmente, el informe aprobado en la Cámara de Diputadas y Diputados es, según el concepto de varias expertas, un recopilado de lugares comunes y postulados científicos que han sido rebatidos desde hace siglos, inclusive La Defensoria de la Niñez ha reconocido que no existe evidencia alguna de los efectos adversos de la terapia hormonal en las juventudes y que es preciso generar propuestas en base a la evidencia y con un enfoque de derechos humanos.

Comunidades diversas por Vida Digna

En nombre de la “familia nuclear tradicional”, forma de configuración familiar aceptada por el Estado y sus instituciones, se realizan terribles ataques contra todo lo que no entra en lo que es considerado “normal” y se niega, como lo hemos repetido, otros tipos de identidades y orientaciones. Sin embargo, las disidencias han existido siempre, ejemplos de aquello son la diosa Ninmah de la Antigua Mesopotamia, tritiya-prakrti de los Vedas, andrógeno del simposio platónico de la antigua Grecia y Mukhannathun del mundo islámico antiguo, también están las muxes en México, chivados en Angola, waria en Indonesia y tiida wena de los pueblos Waraos en Venezuela y, sin ir más lejos, están las personas disidentes que hacen parten de nuestras iniciativas y que se organizan para alcanzar una vida digna junto a sus comunidades. Están en las poblaciones, como disidentes de carne y hueso, tan reales como el viento que se respira y tan indispensables en la lucha como cualquier otra vecina que se compromete con su futuro, son parte de nuestro movimiento y aportan otras formas de entender el mundo, las relaciones, la identidad y nuestra propia existencia.


¡Las infancias trans existen y resisten!


Contra las pretensiones discriminatorias de los antiderechos: ¡Lucha y organización desde las comunidades!


Movimiento Solidario Vida Digna – San Joaquín